Los jóvenes: no todos son como dicen ...
Aunque las buenas noticias son poco interesantes, en Jovita hay un grupo de jóvenes que desmienten el mal concepto que muchos tienen de la juventud actual.
Desde que comenzaron a participar en las olimpíadas de Química, los alumnos del IPEM 221 “San Carlos”, y asesorados por el profesor Jorge Robledo, una gran mayoría llegó a disputar instancias nacionales, trayendo de allí importantes premios. Este el detalle de ellos:
Año 2002 - Juan Andrés Politano, medalla de plata, nivel 1
Año 2004 - Fabrizio Politano, medalla de oro, nivel 1
Año 2005 - Maximiliano Agazzi, mención de Honor, nivel 1
Año 2005 - Fabrizio Politano, medalla de bronce, nivel 2 ( califica para olimpíadas internacionales)
Año 2006 - Iván Riberi, medalla de plata, nivel 1.
Además, en las instancias zonales, todos obtuvieron el mejor puntaje, haciéndose acreedores del premio respectivo.
Jovita, con poco más de 5000 habitantes, acentúa lo destacable del logro. Estos jóvenes no son “extraterrestres”, llevan una vida activa y se desenvuelven como el común de los adolescentes: practican deportes, van a confiterías bailables, etc., solamente que a la hora de estudiar “se ponen las pilas”.
Desde que comenzaron a participar en las olimpíadas de Química, los alumnos del IPEM 221 “San Carlos”, y asesorados por el profesor Jorge Robledo, una gran mayoría llegó a disputar instancias nacionales, trayendo de allí importantes premios. Este el detalle de ellos:
Año 2002 - Juan Andrés Politano, medalla de plata, nivel 1
Año 2004 - Fabrizio Politano, medalla de oro, nivel 1
Año 2005 - Maximiliano Agazzi, mención de Honor, nivel 1
Año 2005 - Fabrizio Politano, medalla de bronce, nivel 2 ( califica para olimpíadas internacionales)
Año 2006 - Iván Riberi, medalla de plata, nivel 1.
Además, en las instancias zonales, todos obtuvieron el mejor puntaje, haciéndose acreedores del premio respectivo.
Jovita, con poco más de 5000 habitantes, acentúa lo destacable del logro. Estos jóvenes no son “extraterrestres”, llevan una vida activa y se desenvuelven como el común de los adolescentes: practican deportes, van a confiterías bailables, etc., solamente que a la hora de estudiar “se ponen las pilas”.