viernes, agosto 03, 2007

El cementerio

Según dicen: “Los que están afuera no quieren entrar y los que están adentro no pueden salir”. No obstante nuestros deseos de no ir, es el sitio evidente adonde vamos a parar. Con distintos nombres, rituales o ceremonias, este destino final llega por igual para todos los mortales.

Nuestro cementerio nació junto con el pueblo, por la necesidad de dar cristiana sepultura a sus muertos. Durante muchos años traían también los difuntos de Mattaldi y San Joaquín, lo que hizo que pronto no quedara lugar dentro del predio destinado para ese fin. Este hecho produjo un serio conflicto, seguido con una manifestación y un cacerolazo alrededor de la plaza (Se ve que fuimos precursores en estos hechos, hoy tan de moda), y la destrucción del osario construido en el sitio donde ahora está la cruz. En el libro “Aquí Estoy” está ampliamente detallado este suceso

Los panteones erigidos en esos primeros años cuentan con un estilo arquitectónico muy elaborado y distinguido, lo que habla de buen gusto y elevados sentimientos de los deudos, en el momento de honrar a sus familiares fallecidos. Para solucionar el tema de espacio, en el 2005 se inauguró un moderno panteón comunitario cubierto. Lo antiguo y lo actual se conjugan en las construcciones de nuestro camposanto.

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